Tuesday, April 27, 2010

En el tren matutino.

Recorro la misma calle que llevo recorriendo mucho tiempo; aún está oscuro, no hubiese querido que llegará la mañana, quería que la noche fuera más larga para no salir de mi cama. La estación de tren está cerca y a mi lado, a mi lado camina el diablo disfrazado de mujer cachonda con un minivestido y tacones; lo observó y lleva las uñas rojas, le digo que así vestido se va a resfriar y descarado me dice que no; a este punto del camino decido ignorarlo y subo al tren, un largo recorrido me espera.
En el tren le vuelvo a hablar, le pregunto por qué me condena a una vida solitaria y me dice que no es él quien lo decide, le pregunto entonces quien lo decide y suelta una carcajada. Lo odio y en mi cabeza los recuerdos aparecen en desorden, comienza el mundo a distorsionarse y observo las caras de la gente en el tren, cada uno tiene una historia y ninguna me interesa, ni siquiera la mia.