En primer lugar aclaro que escribir esto me traerá más problemas que soluciones pero necesito contar abiertamente y sin interrupciones mi punto de vista.
I. El comienzo.
La historia comienza casi tres años atrás. Conocí un futuro ingeniero electrónico que aparentemente tenía mucho futuro. Cuando comenzamos a salir, me comentó el problema con su anterior tesis (algo que le sucedió a varios conocidos y entiendo la situación) y recién había pasado propuesta de una nueva; al igual que él, yo también estaba ad portas de mi titulo universitario y en ese momento le dije que nuestra meta sería graduarnos al tiempo, algo que aceptó.
El tiempo pasó y yo cumplí con mi propósito, pero él no.
II. ¿Ajá y tu qué?
El día de mi graduación llegó y fue muy emocionante, compartimos el triunfo y todos nos preguntamos para cuándo sería su momento, "ya casi, en unos meses" se limitó a decir.
A partir de ese momento se convirtió en rutina (como jefe acosador con empleado sumiso) preguntarle como iba con su tesis, y siempre de una u otra forma decía que estaba quedado y lo peor, siempre tenía una excusa para estar así: labores del hogar, hacer mandados a la familia, arreglar computadores, etc. Siempre había algo o alguien que no lo dejaba avanzar. Lo raro es que en ese tiempo si tenía tiempo para jugar Holic y hacer la tesis de su gran amigo, el idiota incompetente y su novia, la boba del barrio (realmente lo era) que se valió de su condición femenina para pasar en catre toda su carrera - incluyendo la tesis- y ellos ni gracias le dijeron.
Entre ires y venires pasaron catorce meses, un día le pregunté por su tesis y el por qué tras año y medio no habían avances, la respuesta no la esperaba: "amor, yo te dedico mucho tiempo y por eso no he podido avanzar". Después de semejante perla, le dije que entonces le daría tiempo para que terminara su tesis y que en un mes nos volveríamos a ver.
III. Soldado avisado no muere en guerra.
Por esa época twitter y blackberry inundaban el mercado como el "boom" del momento, y él no escapó a la sutileza de responder trinos cada cinco minutos ni chatear con nuevo blackberry.
Un mes después volvimos a hablar, cuando le pregunté por sus avances, encontré las mismas excusas de siempre; me sentía como luchando en vano, tratando de sacar a un drogadicto del muladar donde él mismo decidió estar y del cual no quería salir, fue cuando lancé mi último recurso: "o terminas la tesis, o termino contigo".
IV. Necesito hablar contigo.
Fue una tarde de agosto, cuando la angustia no me dejaba pensar con claridad. Lo llamé para decirle que teníamos que hablar: el final de la historia había llegado, yo me rendía y doblegaba mi espada en la lucha. Es fácil decirlo, pero no fue fácil hacerlo. Recordé las palabras que alguna vez me había dicho mi mamá "lo que es para uno, es para uno" y me aferré a ella; cuando se ama a alguien, uno podría recorrer medio mundo tras esa persona, igualmente saber cuando te debes alejar por el bien del otro y así lo hice; hasta el día de hoy no me he arrepentido de haberlo hecho.
V. La vida continua sin ti.
Después del rompimiento, él se rehusaba a creerlo y seguía igual que siempre. Solo hasta que apareció alguien más en mi vida (con titulo de ingeniero), fue que él se pellizcó y en mes y medio hizo lo que no había hecho en año y medio. En diciembre por fin obtuvo su titulo de ingeniero y aunque yo estuviese con otra persona tratando de rehacer mi vida, no lo olvidaba. Sé que si lo hizo fue porque todo lo que hice logró que en su cabeza sonara un 'click' que lo hizo regresar a la realidad y no me estoy enalteciendo con lo que digo, era algo que quería para él, algo bueno pero él no entendía eso, a cambio pensaba que yo le fregaba mucho la vida. Después que terminé con él se le acabaron las excusas, twitter dejó de ser su prioridad, dejó la pereza e hizo lo que debió hacer desde el principio.
VI. ¿Que hay de nuevo viejo?
Hace unos meses nos volvimos a ver y la chispa surgió de nuevo. Me encantó esa nueva actitud que tenía. Aquel que vivía para lamentarse y quejarse dejó de existir. Un nuevo ser surgió a través del diploma de profesional.
Después de contar mi lado de la historia en resumen, no sé si queden dudas de la gran harpía que soy, definitivamente la peor de todas.