Todo comenzó hace semana y media, no recuerdo el día exacto, pero recuerdo que fue a media mañana. Un compañero de soporte había pasado su renuncia ante una mejor oferta de empleo, mi jefe preparaba sus vacaciones y yo miraba la pantalla del computador pensando en mis vacaciones decembrinas. De repente escucho a mi jefe llamarme por el nombre cuando estoy a punta de quedarme dormida, giré de golpe y le dije: "¿Señor?" y me soltó lo del viaje. La razón por la que me envían a mi: Dos personas en soporte, mi jefe de vacaciones, entonces Recurso Disponible = Yo. Lugar de destino: República Dominicana (Wilfrido!). Acto seguido, me acerqué a mi compañero de soporte (el que se fue) y le dije: "Todo es tu culpa!", a lo que él se sorprendió y preguntó de qué era culpable; le dije que su partida había desencadenado mi viaje, algo que por supuesto le alegró.
Esta semana ya no veo más ese trasero de pato forrado en jeans, ese que tanto me gustaba morbosear de forma disimulada pero a cambio voy a viajar. Unas por otras como dice mi mamá.