Friday, July 15, 2011

Las chocoaventuras de truchita: Un nuevo viaje.

Y es que este, a diferencia del anterior promete ser mejor: Ya no hay maras o pandillas, posiblemente vuelva a pasar por gringa pero ya no seré el centro de atención.
Todo comenzó hace semana y media, no recuerdo el día exacto, pero recuerdo que fue a media mañana. Un compañero de soporte había pasado su renuncia ante una mejor oferta de empleo, mi jefe preparaba sus vacaciones y yo miraba la pantalla del computador pensando en mis vacaciones decembrinas. De repente escucho a mi jefe llamarme por el nombre cuando estoy a punta de quedarme dormida, giré de golpe y le dije: "¿Señor?" y me soltó lo del viaje. La razón por la que me envían a mi: Dos personas en soporte, mi jefe de vacaciones, entonces Recurso Disponible = Yo. Lugar de destino: República Dominicana (Wilfrido!). Acto seguido, me acerqué a mi compañero de soporte (el que se fue) y le dije: "Todo es tu culpa!", a lo que él se sorprendió y preguntó de qué era culpable; le dije que su partida había desencadenado mi viaje, algo que por supuesto le alegró.
Esta semana ya no veo más ese trasero de pato forrado en jeans, ese que tanto me gustaba morbosear de forma disimulada pero a cambio voy a viajar. Unas por otras como dice mi mamá.

Tuesday, July 12, 2011

Te callas o habrán problemas!

Tu lengua palpita dentro de la caja de icopor. Aislada del mundo me susurra cosas mientras leo tranquilamente un libro, hoy estás especialmente parlanchín y dicharachero, me preguntó si quieres hacerme enojar o solamente andas en tus días cargados de testosterona. Estás presente físicamente, nunca te fuiste pues puedo ver claramente tu figura rondando por ahí. Estás realmente empeñado en fastidiarme, en llevarme al hastío con tu retórica filosófica.

Friday, July 08, 2011

Cállate de una vez por todas.

Escucho tus sigilosos pasos caminando hacía mi, te estoy esperando para dar el golpe certero y mortal; te sorprendes ante mi, no imaginas que sería capaz de hacerte daño, te estoy matando porque no sales de mi cabeza y aunque supliques por tu vida no te hago caso, en poco tiempo adquiero el placer que me produce el sonar de tus huesos rotos en astillas y por fin estás muriendo, ya no tienes fuerzas para suplicar por tu vida, ya no preguntas el por qué lo hago.
En tu ultimo aliento te he rociado gasolina, no quiero dejar huellas pero el olor me delataría, dejo que te desangres y quemo los rastros de sangre y tu cuerpo inerte yace en lo profundo del potrero, debajo de los arboles que he plantado para cubrir lo que he hecho contigo. Solo me he quedado con algo tuyo: tu suave y exquisita lengua a ver si por fin te callas!