Monday, September 24, 2012

Queja sobre la sociedad de mi país.

Hoy ando aburrida de mi país, este pedazo de tierra doble-moralista e inquisitivo. Siento que nacer mujer, ser inteligente y bonita en Colombia es un crimen de lesa humanidad. No entiendo por qué la sociedad colombiana aún vive en el siglo XVII si el mundo ya va en el siglo XXI. Se siguen escandalizando porque a mis casi treinta años aún no tengo hijos. ¿Será que es un gran orgullo hablar del crecimiento de embarazos adolescentes (ojo, niñas entre los diez y los diecinueve años) en los últimos veinte años?
Me fastidia ver mensajes en redes sociales proclamando la frase "Feminista hasta que se casa"; la verdad esa idea me parece demasiado odiosa, yo me considero feminista, no soy lesbiana (entiendan de una buena vez que las feministas no lo son) y sueño con encontrar un hombre con quien compartir mi vida (si, imagínense, una niña tan linda como yo. ¿Ya alistaron el cilicio?), más que un marido que me mantenga, un hombre que quiera ser mi compañero de equipo, ese que escalará la montaña conmigo (a mi lado) y que no se creerá el príncipe valiente que llega a rescatar a la damisela en apuros (no necesito que me rescaten, eso lo expliqué en otra entrada de blog, aquí está el enlace: http://margarita320.blogspot.com/2012/04/rescatadme-el-dia-que-caiga-en-un-hueco.html).
No hablo en nombre de todas las feministas pero si estoy hablando por mi cuando digo que si comparto mi vida con un hombre es por el gusto de compartirla con él, no porque quiera que me mantengan ni porque quiera ser la sirvienta - esclava sexual de uno.
Desde pequeña, las mujeres de mi familia (mi mamá, mi abuela y mi tía) me enseñaron a valerme por mi misma, me explicaron que siempre debía esforzarme por ser alguien mejor y nunca decaer en el intento, me enseñaron que después de una caída me debo levantar y seguir. Mi madre (gracias mamá por esas bellas enseñanzas) me dio un consejo cuando era pequeña: "Trabaje y consiga todo usted misma, jamás dependa de alguien más". Ese consejo lo he aplicado desde entonces y vivo agradecida por ese valioso consejo que ella me dio siendo una niña (gracias mamá nuevamente).
Hoy tengo la sensación que en este país esperan que una mujer ande buscando marido que la mantenga (de hecho vi muchas madres dando ese consejo a sus hijas, textualmente "usted nunca se preocupe por estudios ni ninguna de esas bobadas, consiga un tipo con billete que la mantenga") y que nos ven como maquinas de hacer bebés.
Me fastidia la gente que se escandaliza porque tengo un trabajo y no dependo económicamente de nadie. Me fastidia que no me atiendan en un restaurante si voy sola (¿Acaso mi dinero no tiene valor?), detesto cuando otras personas dicen que no he tenido hijos por cuestión de suerte (Ay si, planificar en este país y pensar primero en mi crecimiento profesional es cuestión de suerte) y que de los treinta y dos no paso (¿Donde está la sentencia donde dice que no tengo derecho a encontrar primero un hombre que merezca tan alta dignidad? Si, amo mi genética y la conozco muy bien).
Por último, a veces me pregunto si seguir dando la batalla contra esta estúpida sociedad colonial tendrá algún resultado y de repente recuerdo a las abuelas y madres que hoy en día me ponen de ejemplo a sus nietas e hijas respectivamente. Ahora veo el vaso medio lleno, siento que realmente vale la pena; seguiré usando mi penacho de plumas, pintaré mi rostro con los colores de guerra, empuñaré mi arco y mi flecha y seguiré atacando esta sociedad que tanto me ataca a ratos.

P.D. Ahora si, recibo insultos, groserías y la carta del gobierno donde quede constancia que soy una persona no grata en este país y que si no me gusta, pues que me largue.