Tuve yo que haber cometido el más grave delito, la peor atrocidad del universo para seguirte queriendo como te quiero sin que te inmutes ante este gran sentimiento, más fuerte que yo, que me acompaña día tras día y que se niega a dejarme.
Tuve yo que ser la peor tirana, aquella despiadada que asesinó a miles sin sentir remordimiento alguno, para que hayas dejado de quererme y te hayas alejado de mí.
Debo ser el peor ser huumano que jamás haya pisado el mundo, para seguir errando por la vida y cargando este sentimiento que no puedo expresar ni dar, que cargo en silencio y no puedo olvidar.
Quisiera irme lejos de todo lo que me rodea, para no seguir pensando en ti, para que nada te recuerde, que desaparezca tu cara de mi memoria, tu bella sonrisa.
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