Si tuviese que escoger OBLIGATORIAMENTE ser una princesa, escogería a Fiona pero no me gustaría ser rescatada por un ogro, ni por ningún príncipe encantador, ni ningún otro toche.
Quiero por mi propia cuenta salir de la torre, si no tengo sogas para lanzarme en rappel, lo haré por la entrada principal. Primero buscaré la forma de domar a la dragona y si me cabrea la vida, trataré de envenenarla o engañarla para sacarla de mi vida.
Una vez librada de la cabrona dragona, iré a buscar a mis viejos y les reclamaré por haberme hecho ese mal, para entonces seré una ogra, estaré feliz de mi apariencia y me jactaré de ello. Aunque sea una ogra, también tengo mi corazón, por lo tanto sabré perdonar a mis padres, posiblemente me quede un tiempo con ellos y luego huya de ese hogar, puesto que pasé muchos años de mi vida encerrada en una torre, me volví huraña y ya no soporto las ordenes de mis viejos.Y entonces huiré, correré por extensas praderas, gritaré, maldeciré y cantaré hasta que mi voz sea segada por el dolor de mi garganta.
Caminaré por muchos caminos hasta posiblemente toparme con algún príncipe encantador y le patearé los huevos sin sentir remordimiento alguno.
Después de dejar al príncipe retorciéndose de dolor y de haberle quitado sus más valiosas pertenencias seguiré mi camino y me toparé con un grupo de forajidos que se convertirán en mis amigos y yo seré otro más en el grupo. Alguno tratará de hacerse el listo conmigo pero yo le haré una llave y le diré que mantenga su distancia, que aprenda a no cruzar la línea imaginaria que he demarcado a mis amigos.
Mi vida transcurrirá felizmente en medio de grandes y pequeñas aventuras con mis amigos hasta aquel día en que por andar vagando sola, caiga en un agujero y no pueda salir por mi cuenta. Posiblemente ese día empiece a llamar a algún príncipe, ogro, rana, estufa, lobo, vampiro o lo que sea para que me rescate del lugar del que no he podido salir por mi cuenta... o posiblemente cavaré otro agujero para tratar de salir a otro lugar.
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