Sunday, September 14, 2014

Mujeres del siglo XIX.

Introducción. 

Mi abuela materna murió el 21 de Julio del año 1996 y aunque han pasado dieciocho años desde su muerte, ella me sigue dando lecciones de vida. Cuando era pequeña, mi abuela me explicaba que yo debía aprender a lavar mi ropa, aprender a cocinar y estudiar mucho; ella me explicaba que ella y mi mamá algún día partirían de este mundo y que era mi deber aprender a valerme por mi misma. 
Mi bisabuela fue una mujer que nació a finales del siglo XIX y su lógica (acorde a la época en que nació), consistía en que la mujer nacía para hacer oficio (barrer, trapear, lavar, planchar), conseguir marido, tener hijos y criarlos, para ella esas eran las funciones de las mujeres. Recuerdo que mi abuela no estaba de acuerdo con la forma de pensar de su mamá y sin embargo la respetó (parte de estas memorias fueron colaboración de mi mamá). Mi abuela creció sintiendo frustración por no poder ir a la escuela (a diferencia de sus hermanos varones), por tener que labrar la tierra, encargarse de los oficios caseros y tener que depender económicamente de un hombre.
 Y de esa forma, mi abuela creció con una gran frustración en su ser, frustración que buscó liberar en sus dos hijas mujeres puesto que a ellas siempre les inculcó el amor por el estudio, en sus propias palabras "el estudio les dará libertad" porque si ellas estudiaban podrían tener un trabajo digno y no dependerían económicamente de nadie.

Y así, con esa lógica que inició mi abuela, crecí yo. Crecí con la idea de llevar siempre las riendas de mi propia vida. 

Las anécdotas.

En la peluquería: "Amiga, ¡mi marido me dio autorización para hacerme tintura! ¿Tienes turno ahora porque de pronto si vuelvo a la casa él se arrepiente?" Frase dicha por una señora x a la estilista algún sábado del año 2011.

Pariente con opinión: "¡Mire cómo le lucen los hijos!" Frase del 2013.

Dialogo con prima lejana: "¿Y usted es que no piensa tener un hijo?". - ¿Para que quiero tener un hijo yo? - Respuesta mía. "¡Pues para tenerlo! Uno tiene hijos por tenerlos, por nada más". (What the fuck?)

Pariente cercana con hijos: "¿Y usted para cuando piensa encargar hijos?"

Pariente política #1: "Mire a ver si por fin encarga". (a propósito, la vieja es mala madre).

Ex-novia de un conocido: En diciembre dijo "Estoy desesperada, ¡siento que ya no doy más! A veces me dan ganas de empacar sus cosas en una maleta y mandársela a mi mamá porque yo no me la aguanto". Meses después en un encuentro casual "¿Y ustedes por qué no se animan a tener hijos?".

Pariente política #2: "¿Y si se casan van a tener hijos cierto?". - La verdad yo no he pensado en eso - "Pero uno se casa es para tener hijos, para nada más". (Al fondo, el coro de otras parientes corean afirmativamente la frase mientras mi novio aprieta mi mano para que no diga lo que estoy pensando).

Y es gracias a estas y otras frases más que estoy escribiendo esta entrada, porque siendo franca no puedo acallar mi voz ante el exceso de sumisión y pensamientos arcaicos que están arraigados a muchas mujeres nacidas después de 1975. ¡Para mí es increíble que hayan mujeres en pleno siglo XXI pensando como pensaba mi bisabuela del siglo XIX!

Como es posible que muchas de ellas, siendo profesionales e independientes, tengan una lógica que para mí carece de lógica. Quiero dejar en claro que soy tolerante y no tengo ningún problema con ellas, el verdadero problema es que todas ellas han tratado de meterme a las malas sus ideas y me las quieran imponer, porque de esa manera me siento agredida y ellas no lo han querido entender hasta el momento.

¿Por qué no lo entienden? La verdad no lo sé, ya empiezan a fastidiar de la misma forma en que fastidia un Testigo de Jehová cuando llega a tocar la puerta un domingo a las siete de la mañana para tratar de imponer sus creencias religiosas.

Mi mamá, mi mejor amiga y mi novio me piden paciencia y silencio, pero en esos casos pareciera que el silencio de mi parte les da hincapié para insistir más en que debo aceptar sus limitaciones mentales, porque para mí, vivir ahora bajo los mismos preceptos de hace cien años es tener limitaciones mentales.

Para concluir este escrito, recuerdo muchas anécdotas de abuelas que contaban cómo antiguamente las mujeres se casaban sin amor porque los hombres de la época, cuando querían conseguir esposa, se iban de casa en casa observando a las muchachas solteras de pies a cabeza y escogían cuál de ellas quería desposar. Así es mis queridos lectores, de la misma forma en que un ganadero va de finca en finca y de feria en feria buscando ganado para sus rebaños.

Hoy en día es algo diferente, cada quién decide con quien salir y se puede llegar a conocer a muchas personas. Ya no es un delito hablar con un hombre en la calle, mucho menos ir a la universidad y trabajar. Tampoco es un crimen vivir sin los padres sin estar casada y de hecho muchas mujeres viven así. Yo solía vivir sola y jamás sentí vergüenza de ello. Ahora una mujer y un hombre están en la libertad de decidir si se casan o no y la frase "hasta que la muerte los separe" ha ido desapareciendo poco a poco. Otros prefieren la unión libre o "vivir en pecado" como dirían las abuelas y nadie los crucifica en plaza pública.

Por último les dejo mi pregunta abierta (esto es sin ánimos de ofender a nadie): Si uno se casa solamente para tener hijos (Ver Pariente política #2), ¿Por qué hay tanta madre soltera en el mundo?



2 comments:

Unknown said...

"Exceso de sumisión y pensamientos arcaicos" tampoco lo entiendo, conozco una mujer de 60 años que no deja a su esposo de 65 años poniendo a sus hijos de excusa, cuando sus hijos están ya casados y viviendo lejos, ella prefiere vivir amargada! ¿qué es esto?!

Y a tu pregunta, es correcto, ¿si es así entonces por qué hay tanta madre soltera? Pregúntale lo mismo a tus parientes, pero con esos pensamientos seguro te dicen que es culpa de la mujer que le hayan hecho un hijo y la hayan dejado (así ella haya dejado al tipo).

suerte y azar, com, co. said...

Ya está mandado a recoger el temita de pedirle permiso al marido, el tener hijos, el casarse, eso de hacer oficio por obligación, que entre todos hagamos, ya la mujer que se deje mangonear es porque que quiere.