Monday, May 19, 2014

El morbo no tiene límites para algunos.

Regresaba de la Feria del libro en horas de la tarde, parecía ser un sábado normal y observaba a través de la ventana de Transmilenio cuando vi lo que ocurre a diario en Bogotá y que solo aparece en cifras de informes: Dos personas cruzaron la calle y aunque la cebra estaba a unos seis metros de distancia, ellos no caminaron hasta ella y aunque el semáforo estaba en rojo, no se percataron que una ambulancia venía en dirección a ellas y aunque el conductor de la ambulancia intentó frenar, no fue suficiente y golpeó a ambas personas en el instante; la primera de ellas quedó frente al bus en que iba yo y la segunda quedó frente a la ambulancia, la imagen me impactó tanto que no logro sacarla de mi cabeza pero lo que realmente me indignó fue lo que narraré a continuación.
Después del accidente, el semáforo se puso en verde para los carros particulares pero ninguno se movió, la razón muy sencilla, todos los carros estaban observando a las dos personas en el suelo con un morbo único, incluso un taxista se bajó del carro para observar y cuando lograron hacer mover los carros que armaban trancón, el taxista no se dignó a mover el taxi y los carros que venían atrás del taxi tuvieron que cambiar de carril para poder continuar, mientras tanto, la gente del Transmilenio en el que estaba yo, se abalanzaron hacia las ventanas para observar a las personas en el suelo. Después de cinco minutos, el trancón en el carril izquierdo fue generado por la cantidad de gente que atravesó la calle para observar el accidente, algunas personas en el bus le pidieron al conductor abrir las puertas con el único propósito de ir a las dos personas que yacían en el suelo más cerca e incluso, la mayoría de personas tomaron fotos.

Moraleja: Ver escenas grotescas de gente peleando con otros y formando trancón solo por ver en vivo y en directo sangre y posibles muertos me hacen sentir asco de la gente.

1 comment:

suerte y azar, com, co. said...

Es algo increíble, brota gente de las piedras, pero ninguno para colaborar, solo estorban.